Foto: Freepik

El rebozo es una de las prendas más icónicas y representativas de las mujeres mexicanas. Reconocido en todo el mundo por su belleza, y hecho de diversos materiales como algodón, lana o seda, tiene forma rectangular, es de una sola pieza y puede medir entre 1.5 y 3 metros de longitud. Actualmente, su uso es diverso, ya sea como chal, para cargar bebés o transportar artículos útiles para la vida cotidiana como víveres. Pero, ¿sabes de dónde viene? ¡Sigue leyendo para enterarte de su historia!

Herencia cultural

De acuerdo con algunos historiadores, esta indumentaria tiene su origen en el “almaizar morisco”, una prenda utilizada por las mujeres árabes en España y cuya forma era similar a la del rebozo. Su uso se trasladó a las mujeres españolas cristianas, quienes lo utilizaban para cubrirse la cabeza por razones de su religión. 

La llegada de los españoles a la Nueva España trajo consigo, entre otros bienes y costumbres, el rebozo. Entonces fue impuesto como prenda de recato para las mujeres de las castas novohispanas —mestizas, negras y mulatas entre ellas—.  Así, eventualmente el almaizar musulmán se adaptó a tierras novohispanas, convirtiéndose en el rebozo. Perdió su connotación religiosa y se convirtió en un distintivo social para las mujeres que lo usaban y su elaboración se atribuyó principalmente a la mujer mestiza por esta misma razón. 

Foto: Luis Márquez vía Wikipedia

El uso del rebozo se extendió y generalizó en la Nueva España, pero no era utilizado por las mujeres indígenas. A ellas, les fueron impuestas otras tocas por los frailes, con motivo de evangelizarlas, reservando el uso del rebozo para las mujeres de las castas. Así, después de la independencia, estas continuaron usándolo, abandonando su uso gradualmente y, a finales del siglo XIX, las mujeres indígenas sustituyeron sus tocas para incorporar el rebozo a su indumentaria. 

Las ‘Adelitas’ y el rebozo 

Durante la época de la Revolución Mexicana, las valientes mujeres presentes en el campo de batalla conocidas como ‘Adelitas’, lo adoptarían como parte de su vestimenta, cruzado por el pecho, aprovechando al máximo su practicidad para transportar una variedad de artículos como municiones y cartuchos. Estas mujeres desempeñaban roles fundamentales como apoyo a los soldados revolucionarios, pero sobre todo, como enfermeras, por lo que sus rebozos como medio para transportar artículos les ayudó a desempeñar sus tareas con mayor eficacia.

El rebozo en la sociedad contemporánea

Foto: Frida Kahlo vía Wikipedia

Uno de los aspectos más fascinantes, es el vistazo al México moderno que esta prenda nos brinda. El rebozo fue incluido en una gran cantidad de películas en la época del cine de oro mexicano, retomando y retratando así la belleza en la constitución de las tradicionales mantas, siendo vestido por artistas como la pintora Frida Kahlo o la reconocida actriz María Félix, conviertiéndolo así en un artículo de moda más allá de su utilidad como medio para transportar artículos. 

Así, llegamos hasta la actualidad donde su elaboración en el municipio de Santa María del Río en San Luis Potosí es considerada patrimonio cultural intangible del estado ya que, con alrededor de 15 pasos para hacerlos, este proceso podría tomar hasta 4 meses —sin contratiempos—, resultando en hermosas y coloridas piezas artesanales y únicas. 

Y tú, ¿ya tienes el tuyo?